Aunque parecía que no habíamos tenido mucha suerte con las moscas y los pulgones, parece que las lechugas ya están dándonos una alegría. ¡Este fin de semana han crecido tanto que han levantado hasta la tapita!

 

Estamos contentos con todo lo que estamos aprendiendo, sobretodo porque podemos ver día a día los fenómenos increíbles de la naturaleza. Esperemos que al pasarlas al semillero, que nos ha construido Juan y ha quedado como una obra de arte, se mantengan así de bonitas y cojan fuerza.

 

Aquí os dejamos algunas fotos para que veáis cómo van creciendo y dónde las plantaremos cuando crezcan más.

 

Pensando en la ensalada de lechuga Paseando por la finca Obervando los primeros cambios Semillas de lechuga con radícula