Entre ayer y hoy hemos recibido el material para el taller de sírfidos.
Siguiendo las instrucciones del último correo, hemos puesto los pulgones en las plantas de cebada y una planta en la jaula de pupas (ya tenemos un adulto) con el pólen y agua.
Los pulgones sobrantes y todos los pulgones que llegaron en las otras bolsas se las pusimos a las larvas para que se alimentasen.
Nuestra duda estaba en si dosificar las raciones o ponerlo todo en la caja. Hemos optado porque se dosifiquen ellas mismas el alimento. Rociamos con agua y a esperar.
También aprovechamos para mostrar en el aula las larvas, las pupas y el adulto.
Cualquier cosa, nos decís.
¡Hola Casa de la Virgen!
Ya un adulto, venían deseando salir. ¡Que ocurrirá dentro de la pupa para que un gusanillo verde se transforme en una mosca negra y amarilla, con sus alas, ojos, patas…! Las larvas son muy voraces y, aunque había mucho pulgón, lo mismo acaban con las existencias. De todos modos se harán pupa en poco tiempo.
¡A disfrutar con la actividad! Saludos.