Buenos días Javier, en primer lugar le hemos añadido ácido clorhídrico a la piedra en la parte que tenía turba y después a la parte que constaba únicamente de piedra caliza y hemos observado que en la fracción de caliza al descomponerse en CaCl + H20 + C02 hay una mayor reacción que en la parte de la turba.
Por último, al golpearla se ha disgregado muy fácilmente e incluso ha llegado a convertirse en polvo.
Un saludo.
Hola Lorena, perfecto! efectivamente habéis demostrado que se trataba de una caliza.
La presencia de turba en su interior nos cuenta un poquito más de la historia de esta roca. Vamos a ver si soy capaz de explicarlo de manera sencilla.
En realidad, esta roca se ha formado muy recientemente, posiblemente en los últimos miles de años por la acción de las aguas subterráneas, que como sabes, allí en tu zona afloran en las Tablas de Daimiel. Si hiciésemos un agujero en la tierra, llegaría un momento que encontraríamos agua, a este límite se denomina nivel freático. En ocasiones este nivel fluctúa, subiendo, cuando hay más cantidad de agua subterránea, por ejemplo porque haya más lluvias en la zona de recarga del acuífero, o bajando, si llueve menos o se ha extraído más agua para riego.
Como sabes, la turba son restos orgánicos que no se han llegado a descomponer porque han sido enterrados en condiciones anóxicas (sin oxígeno),lo que hace que los microorganismos descomponedores no sean capaces de destruirla y que se preserve en el registro geológico, transformándose con el paso del tiempo en carbón. Las fluctuaciones del nivel freático hicieron que en algún momento estuvieran empapadas en agua, y por ser aguas con gran cantidad de carbonatos disueltos, pudieron precipitarse entre la turba. En ocasiones la precipitación mineral es tan grande que es capaz de generar costras carbonatadas en superficie.
Cuántas cosas nos puede contar una roca!, ¿verdad?