Mientras obtenemos el compost y cuidamos a nuestras larvas empezamos a obtener los primeros resultados, las habas empiezan a florecer y hemos recogido la primera cosecha de rábanos. Nuestros guisantes estaban algo tímidos porque algunos vecinos de la zona, creemos que algún ave, no nos dejaban conocerlos.

 

Para ello hemos ideado una forma de ayudarles a perder la timidez, y…..¡parece que funciona!. Hemos convertido cada una de las pequeñas plantas en improvisados mini-invernaderos con botellas de plástico .

 

Preciosas flores de haba Cosecha de rabanitos Protección anti-depredadores