La alimentación juega un papel fundamental en la vida de las personas. La exposición ‘Las moléculas que comemos’ llega a Ciudad Ciencia para presentar nuestra relación con la alimentación y explicar cómo intervienen en ella sentidos como el olfato y el gusto, así como los procesos biológicos que realiza nuestro cuerpo para digerir aquello que ingerimos.
A lo largo de la historia, hemos introducido en nuestra dieta diferentes productos e ingredientes y esto nos ha proporcionado una ventaja evolutiva. De hecho, el ser humano es la única especie que cocina sus alimentos. También la exposición se detiene en nuestros fogones, auténticos laboratorios del sabor donde tienen lugar reacciones químicas como la caramelización y la fermentación, y donde se utilizan técnicas vanguardistas como la gelificación o la esferificación.
Las investigaciones de CSIC en alimentación y seguridad alimentaria forman parte del contenido con ejemplos como el desarrollo de la clara de huevo ‘hidrolizada’ o envases biodegradables que alargan la vida de los alimentos. Asimismo, los textos desmontan algunos falsos mitos de la alimentación relacionados con el chocolate, la miel o el gluten, se explica por qué nos atraen tanto los ultraprocesados y cómo la absorción de nutrientes y una dieta equilibrada son clave para la prevención de enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la obesidad.
‘Las moléculas que comemos’ ha sido creada por la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), y adaptada por Cultura Científica y Ciencia Ciudadana del CSIC en el marco del proyecto Ciudad Ciencia. Isabel Varela, investigadora del CSIC y presidenta de la SEBBM, destaca que en ella “se dan las claves para ser conscientes de lo que comemos y observar cómo reacciona nuestro organismo”.
La exposición, dirigida a público general y estudiantes, consta de 20 paneles y se suma a la oferta de recursos divulgativos del proyecto para que los municipios pertenecientes a la red puedan solicitar su itinerancia.